Hay momentos en la ida que son imborrables y, lo que los hace no son solo el contorno sino las personas de las que nos rodeamos.

Una boda no es solo una celebración de los esposos sino de todos los que aman y respetan, y es por eso que en este momento los novios deciden tener la celebración mas hermosa, para ellos pero sobre todo para los que aman.

Hay diferentes tipos de ceremonias y ninguna mejor o peor que la otra porque la perspectiva personal es la unica herramienta que cuenta.

El sueño que uno ha tenido durante mucho tiempo o el que madura durante el trabajo, ambos son importantes y ùnicos.

Todo esto no quiere decir que organizar una boda no sea cansino porque hay muchas cosas en las que pensar y aunque estés a punto de abordar todo con una lista detallada, siempre tienes una idea nueva o, una vieja pero olvidada, de añadir a la lista con la esperanza de tener el tiempo.

Vamos en order y sin agobios, ¿lo primero de la lista? Fácil, el vestido de la novia 🙂

No es tan obvio, el vestido de novia comenzara toda la organización.

Pues si’, por el estilo del vestido seguro que sabremos como será el evento: romántico, elegante, de cuento, ocurrente.

Elegir el vestido es sin duda lo más complicado pero imprescindible, será el que nos hará brillar con nuestra luz más auténtica, nos hará Mujeres en el primer día de verdad come Esposa.

Siempre es maravilloso ir acompañado de la madre, la suegra, el testigo y las damas de honor pero, ante todo vamos serenos y sonrientes, seguros de nosotros mismos. Seremos nosotros quienes lo llevemos, no será la zapatilla de Cenicienta, pero tendrá que quedarle como el vestito de Bella cuando la bestia se convierta en su Príncipe.

Para cada temporada tenemos un vestido adecuado, es cierto, pero el verdadero primer vestido somos ante todo nosotros mismos.